Nacida como Sophia María Esteves de Mello el 23 de diciembre de 1931, en la ciudad de Grão Mogol, Minas Gerais (Brasil), la Madre María Angélica se destacó como una mujer de profunda espiritualidad, amor incondicional a la Iglesia y entrega total a la vida consagrada.
Desde la infancia mostró una especial sensibilidad hacia la dimensión espiritual, marcada por un espíritu de oración, servicio y caridad.
En 1950 ingresó en el Carmelo Nuestra Señora Aparecida, en Belo Horizonte (Minas Gerais), y realizó su Profesión Solemne en 1955.
En 1977 fue enviada a fundar el Carmelo María Madre de la Iglesia y Pablo VI, en la ciudad de Montes Claros (MG), donde vivió y consolidó una existencia marcada por el recogimiento, la formación de nuevas vocaciones y el acompañamiento espiritual de sacerdotes, religiosos y fieles laicos.
Falleció el 2 de junio de 2018, en Montes Claros, en un sábado dedicado a la Virgen María, a causa de un trágico accidente, mientras realizaba un acto de caridad, coronando así una vida enteramente entregada a Dios y al prójimo.
